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El nada extraño caso de José Pérez

Es la navidad de 2017 y José Pérez ha leído en la prensa económica que el año que acaba ha sido muy positivo en los mercados financieros. La bolsa ha subido y se espera un excelente año 2.018.

Sin embargo, él ha tenido sus ahorros en la cuenta corriente con un interés del 0% y en un depósito a plazo fijo con un 0,10% de rentabilidad. Se siente como un tonto al no estar aprovechado esta rentabilidad de la bolsa y se propone actuar con urgencia.

Así que decide no esperar más y hablar con su asesor financiero. Quiere invertir sus ahorros en bolsa. El asesor le explica que la inversión en los mercados financieros es estupenda para capitalizar el ahorro a largo plazo. Aunque debe tener en cuenta que los mercados oscilan, sobre todo los de renta variable, pero si se diversifica bien, suben con el tiempo. Debe invertir por lo tanto un dinero que no necesite en unos años.

José ya ha decidido de antemano que quiere invertir. Las noticias de la prensa económica especializada son claras.

Él ya está convencido, así que le va diciendo que si a todas las explicaciones y advertencias que el asesor le va dando, incluidos los riesgos. Al final deciden invertir en un fondo de renta variable internacional muy diversificado. Un fondo con un excelente historial y que en el 2.017 obtuvo casi un 10% de rentabilidad.

Así lo hacen. José Pérez firma la suscripción y se despide del asesor. Mientras está en el autobús de camino a casa ya va pensando en la rentabilidad que obtendrá a final de año. Calcula que un 10%.

Durante el año 2.018, José va haciendo el seguimiento del fondo y va observando la rentabilidad. En junio se reúne con el asesor y hacen un repaso. El fondo ha subido casi un 5%. Bueno vamos bien, dice José, esto significa que a final de año será del 10%. No hay motivos para no seguir. Está contento y piensa que tomó una excelente decisión financiera. A este paso, sus ahorros subirán de valor que no veas. Se siente inteligente.

Pasa el verano y en septiembre cuando entra a la web de inversiones para revisar sus posiciones ve que el valor del fondo está en negativo. Siente un escalofrío. ¡Pero qué ha pasado!, exclama. Coge el teléfono y llama a su asesor.  Este le intenta tranquilizar diciéndole que estas oscilaciones son normales, que no mire su inversión cada día, que esto necesita más tiempo.  Bueno, piensa José, en febrero también hubo unos días así. Hay que esperar más tiempo. Esperemos a final de año. Lo que cuenta es la rentabilidad anual, largo plazo, no día a día.

A principios de octubre la cosa ya está en positivo. Vamos remontando, piensa.

Pero en las semanas siguientes los mercados acusan una elevada volatilidad y en diciembre, antes de las fiestas de navidad, el hombre vuelve a hablar con su asesor. En un año, el fondo ha perdido un 15%.

La visita es algo tensa. José Pérez pide explicaciones. ¿Cómo es que no lo han visto a venir?. ¿Por qué no hicieron nada?.  ¿Cuál es la comisión del fondo?.  ¿Cómo pueden ustedes cobrar por no hacer bien su trabajo?. Lo siguiente, no lo dice, pero ambos entienden que José está pensando en que el asesor, el banco y el fondo le están engañando. El asesor le explica lo mejor que puede, que en un fondo de renta variable internacional estas oscilaciones pueden ocurrir pero que se recuperan. De hecho, como puede ver en el gráfico, hace unos años también pasó aquí y aquí y mire el fondo recuperó y se superó siempre. No le puedo decir cómo se moverá esto en las próximas semanas, pero de lo que estoy seguro es que ahora no es el momento de venderlo y consolidar pérdidas. Usted me dijo que no necesitaba este dinero en los próximos años, ¿recuerda?. Ha pasado muy poco tiempo. Espere y verá. Los gestores de este fondo son muy buenos, de reconocido prestigio internacional, sabrán enderezarlo como lo han hecho siempre.

Don José se vuelve para su casa resignado, pero algo más tranquilo. La evolución de este fondo es realmente buena desde que se fundó hace casi 30 años. ¿Hay que esperar?. No pasa nada, pues a esperar.

Efectivamente el fondo fue remontando y a finales del 2019 ya estaba en positivo. La reunión de final de año fue muy diferente a la del año anterior. Ya ganaba un 8,63%. El promedio de 2 años era de más del 4% anual. Aunque lejos de sus expectativas, mucho mejor que un depósito. La cosa estaba encarrilada.

Todas las previsiones auguraban un 2.020 bueno y se recomendaba sobre todo invertir en renta variable internacional. Justo lo mismo que tenía él. Perfecto, no toquemos nada. Ya tuvo razón mi asesor cuando me dijo que esperase. Yo creo que después del susto del año pasado ya no volveré a ver el fondo en negativo.

Y entonces pasó algo inesperado, que no estaba en ninguna previsión de los expertos. En marzo de 2.020 llegó el llamado COVID-19, un virus letal que vino de oriente y se extendió por todo el planeta. La Pandemia generó un caos económico sin precedentes. Esta vez la incertidumbre era máxima. La volatilidad atacó los mercados financieros y en marzo de 2.020, el fondo de José Pérez volvía a estar en pérdidas del -7%.

José estaba confinado en su casa, como todos. Muy asustado con unas noticias e informaciones que no auguraban nada positivo. No se podía reunir presencialmente con su asesor. Después de varios días de intentos, consiguió hablar con él por teléfono.

Esto de las inversiones no funciona. Los fondos de inversión son un engaño, suben, bajan, y al final nada. Estoy perdiendo otra vez. Ya he esperado pacientemente, más de dos años, tiempo suficiente para ver un resultado. ¡Es que no lo ven ustedes que esto se va al garete!.   A mi no me volverán a engañar más. Ustedes han estado ganando dinero, gane o pierda, ¿un 2% al año de comisión de gestión me dijo verdad? Me han sacado casi 4.000€, panda de ladrones. La banca siempre gana. Seguro que este virus lo han traído ustedes para sacarnos el dinero, siempre igual, siempre igual, ¡chorizos!.Antes de perderlo todo lo quiero vender y salvar lo que pueda. Ya he ordenado el reembolso por la página web. Así que adiós muy buenas Y colgó.

Don José se asustó y reembolsó con pérdidas después de dos años de inversión. Pero lo peor es que se quedó convencido de que lo mejor es tener el dinero en la cuenta corriente o en un depósito, que allí al menos no pierden, es gratis y no te engañan. Nunca más se volvió a plantear invertir, condenándose al empobrecimiento secular.

Estas reacciones son en realidad la normalidad. Es muy comprensible actuar de esta manera cuando se comprueba fehacientemente que una cosa no funciona. ¡Esto no va, pues lo cambio!. Como consumidores, lo hacemos a menudo. No me gusta Netflix, pues me doy de baja y me cambio a HBO. El problema es que aquí estamos hablando del patrimonio de las familias y el asesor tiene una misión. Hacer ver a los ahorradores que no deben adoptar según que decisiones. Las conductas marcan el éxito, porqué los fondos de inversión globales seguirán subiendo, porque está en su naturaleza y siempre ha sido así. Jamás ha sucedido lo contrario.

¿Qué sucedió?. Pues que la humanidad superó la Pandemia y la economía se recuperó. Como siempre ha sucedido. A finales de 2.021 el fondo de don José había subido un 60%.

He simplificado el caso de José Pérez con un solo fondo de inversión, pero en realidad el asesor hubiera propuesto una cartera de varios fondos para mayor diversificación sin sobrecoste alguno. Por ejemplo, estos cinco fondos: el Carmignac Investissement del ejemplo, el Fidelity World, el Robeco Sustainable Global Stars, el Nordea Climate & Env y el Pictet Global Megatrend. Esta cartera está obteniendo a finales de abril de 2.023 una rentabilidad del 50,73% en 5 años y 4 meses. Después de todo José Pérez tampoco tenía que haber esperado tanto.

Ya lo dijo Warrent Buffet. Algo así como que los mercados financieros son mecanismos casi perfectos para traspasar la riqueza de los inversores impacientes a los pacientes. El mercado es suma cero. Cuando alguien vende implica que existe alguien al otro lado que se lo compra. El único que pierde dinero es aquel que decide vender por debajo del precio al que compró. Eso es una estupidez si es que no hay una necesidad urgente de liquidez. Tampoco es inteligente irse a los mal llamados activos refugios si uno está en negativo. Cuando se invierte a largo plazo en renta variable global y diversificada, las pérdidas jamás se deben consolidar. En todo caso se consolidan las ganancias.

La decisión de don José fue claramente errónea. Pero como él, miles de personas se empobrecen a lo largo de su vida con la misma conducta. El problema es que todos ellos, de manera agregada, hacen que nuestra sociedad sea también más pobre y dependiente de las prestaciones públicas que a su vez pagamos entre todos. A mi modo de ver la falta de educación financiera no es tanto un asunto de entender la letra pequeña de los productos de inversión (eso es imposible hasta para un ingeniero) sino más bien de entender cuestiones y principios más fundamentales. Qué le pasa al dinero con el paso del tiempo (que se devalúa). Por qué entonces tenemos la obligación de capitalizar el ahorro (dinero futuro). Qué es la capitalización (binomio dinero y tiempo), sin ambos componentes no existe rentabilidad. Cómo funciona el interés compuesto. Porqué la economía real global no tiene peligro, el capital no se esfuma ni se va a Marte sino que fluye y finalmente siempre crece por efecto del progreso económico, inherente al ser humano, etc.

Es muy cierto que las empresas desaparecen, por eso es peligroso apostar por comprar unas pocas acciones, pero entonces surgen otras para tomar el relevo y la economía sigue su curso. De ahí lo conveniente de invertir en grandes fondos de inversión globales. Esa protección bien vale pagar una comisión.

Las crisis son normales y se van sucediendo unas tras otras. Pero las crisis tienen todas tres elementos en común: que no se puede saber cuándo aparecerán, que no se sabe cuánto pueden durar (no le pida a su asesor que sea adivino) y todas ellas siempre, siempre acaban. Durante la larga vida del fondo de inversión del ejemplo se han sucedido numerosas crisis. Cada una de ellas le hubiese dado a José Pérez una razón para abandonar. Sin embargo el fondo ha crecido un 2.216% desde 1989 (por cierto, más que cualquier inmueble) y seguirá creciendo con  señores Josés o sin ellos.

Yo siempre digo que los mercados financieros globales se comportan igual que un corcho dentro del agua. Por mucho que se intente hundirlos, siembre acaban subiendo (igual que flota un corcho). En ambos casos, la explicación está en su propia naturaleza. No puede ser de otra manera.

Cuando decidimos invertir, tenemos miedo de cosas que no han sucedido nunca. Pensar que van a desaparecer todas las empresas de la faz de la tierra justo ahora porque uno ha decidido invertir, resulta ciertamente pretensioso. El día que eso suceda, no habrá trabajadores, no habrá sueldos y no importará ni el dinero ni el ahorro ni los inmuebles ni otros activos donde invertir. Entonces, a que viene tanto miedo irracional.

Momento para las malas decisiones

En este Blog de Planificación Financiera Familiar no suelo hablar de la situación de los Mercados Financieros ya que los “día a día” de estos no son más que una mera distracción de lo que realmente importa. El Plan Financiero. Chismorreos patrocinados a los que es mejor no prestar atención a la hora de tomar decisiones.

Sin embargo, en esta ocasión si lo voy a hacer. Básicamente para explicar lo que está sucediendo en estos días, semanas. Parece que se está fraguando algo importante y como suele ser habitual a los ahorradores nos están distrayendo con otras cosas para que tomemos decisiones erróneas mediante el miedo. Es recurrente.

Primero quiero recordar algunos dogmas de fe para el inversor. Si uno no se los cree, mejor no invertir y empobrecerse acomodado en la tranquilidad del presente renunciando a alcanzar una tranquilidad mucho mayor en el futuro. Estos dogmas son:

1.- Los mercados financieros descuentan anticipadamente varios meses lo que va a ocurrir en la economía.

2.- La economía SIEMPRE tiene ciclos (crecimiento-recesión). Es de lo más normal. Los mercados financieros también (alcista-bajista).

3.- La economía mundial SIEMPRE progresa en el tiempo. Nunca regresa. La expresión “el Regreso Mundial”, nadie la utiliza.

4.- El dinero no invertido SIEMPRE pierde valor en el tiempo.

5.- La inversión en los mercados financieros es sólo un modo de capitalizar el dinero para que no pierda valor. No tiene nada que ver con jugar o apostar. Históricamente es el modo más seguro y eficiente (más fácil, ágil, barato y con menos impuestos). Pero debe ser DIVERSIFICADA en mayúsculas (invertir en el mundo) y con un horizonte temporal mínimo.

Dicho esto, podemos poner la lupa y leer lo que está pasando actualmente. Muchos indicadores nos dicen que el cambio de tendencia podría estar fraguándose. Y lo digo en condicional porque lo único cierto en la vida es lo que ya saben ustedes.

En ciclos inflacionarios, como este, el indicador de cambio de tendencia más importante y el más adelantado es el PICO de Inflación.

Pero para saber cuándo se ha llegado al pico debe verse y comprobarse un cambio de tendencia. Este punto ya se ha confirmado. El PICO se dio en verano de 2022. Puede repuntar temporalmente, pero la tendencia ya es a la baja, el cruce con su media móvil de 10 meses confirma.

Cuando sucede esto, en pocos meses se alcanzan los suelos de mercado. De momento se ha confirmado un buen suelo en octubre de 2.022. Desde allí, el índice de los mercados mundiales MSCI WORLD ha realizado ya máximos y mínimos crecientes. El índice ha roto al alza su media de largo plazo y la semana pasada ya le hizo el primer testeo con éxito.

Pero todos estos indicios hay que acabar confirmándolos con la amplitud con la que el mercado de acciones sigue al índice. No vaya a ser que sólo sean unos cuantos títulos con mucho peso. Eso no seria muy fiable. Bueno pues resulta que el indicador que mide el porcentaje de títulos que está acompañando al índice ha alcanzado un nivel en el que históricamente, el mercado ha subido en los siguientes 6 meses (80% de las veces) y que ha subido al cabo de un año (100% de las veces) con una media del 20%.

No se trata de certezas absolutas, repito que nadie tiene la bola de cristal, pero cuidado porque existen demasiadas señales que avisan de un cambio de tendencia al alza cercana. Así que ojo avizor con tomar malas decisiones. La coincidencia con la aparición de noticias de auténtico pánico, como los problemas de algunas entidades financieras, refuerza la sospecha de que ahora hay inversores poderosos interesados en comprar. Pero para que ellos puedan comprar barato, tiene que haber alguien dispuesto a vender. Tienen que convencer a compradores que les hagan de contraparte. Quizás no son tan infundadas las sospechas, ya que si vemos, en azul, el índice DIX (Dark Index), que no es más que el volumen neto (compras-ventas) de las operaciones realizadas fuera de mercado abierto sólo por los inversores institucionales. Durante todo el 2.022 ha sido claramente comprador, mucho más que en 2.021, que fue más bien vendedor. El comportamiento del mercado de acciones está en verde con lo que se ve claramente que los institucionales compran durante las bajadas a pequeños inversores que caen en sus trampas. ¿Será que confían en que el mercado subirá más pronto que tarde?

Más señales interesantes también para la renta fija. La renta fija (deuda púbica o privada en forma de bonos, obligaciones, letras, pagarés) baja de precio cuando se produce una subida de tipos de interés, ya que las nuevas emisiones dan más cupón que las antiguas que sólo son atractivas con buenos descuentos, por eso bajan . En este caso, hay que esperar a vencimiento y recuperar el 100% de lo invertido mientras se va cobrando los cupones. Es lo que sucedió en 2.022. Pero cuando bajan los tipos de interés, el precio de los activos de renta fija sube de precio en el mercado. ¿En que punto estamos ahora?. Pues el mercado ya descuenta que la subida de tipos está llegando a su fin y próximo a un bajada importante.

Esta sensación se ha acelerado con el afloramiento de los problemas de liquidez de ciertos bancos americanos. Los bancos centrales no pueden seguir subiendo los tipos ya mucho más. Bien, por lo tanto, sólo cabe esperar una recuperación considerable del precio de las inversiones de renta fija.

Como conclusión diré que no puedo saber qué hará el mercado en los próximos días o semanas. Nadie es capaz de decirlo. Pero dado que ya estamos a empezando a perder la paciencia, quizás la nueva tendencia alcista del mercado esté muy próxima. La impaciencia suele ser un muy buen indicador alcista. En cualquier caso seguro que las subidas llegarán, siempre llegan y se superan los máximo anteriores, por definición.

Las Finanzas de la Vida

La preservación del bienestar de las presentes y futuras generaciones debería formar parte del credo de toda sociedad que se precie. Observo que existen sociedades más desarrolladas que otras en este sentido. Sociedades donde esa consciencia del bienestar común se encuentra más arraigada entre sus ciudadanos. Se lo creen más. Sin duda la clave está en el fomento de  la educación y la cultura del conjunto de los individuos y no tanto en el desarrollo indiscriminado de las prestaciones públicas.

Fundamental para alcanzar mayores grados de bienestar colectivo e individual es el cuidado de nuestra la salud financiera. Pues bien, en esas sociedades avanzadas se fomenta y divulga en mayor grado el conocimiento y la cultura financiera haciendo especial énfasis en la planificación financiera a lo largo de todo el ciclo vital. En última instancia, el dinero sirve para vivir y la vida tiene sus distintas etapas. Es por eso por lo que debemos hablar de ciclo financiero vital.

En las “las Finanzas de la Vida” he querido plasmar, de manera novelada, las consecuencias de la aplicación de las herramientas y estrategias descritas en mi libro “Manual de Planificación Financiera Familiar”. Para ello propongo un viaje en el tiempo de 5 décadas, desde un pasado en pesetas hasta un futuro en worldcoins, relatando dos historias paralelas, pero con acontecimientos y finales bien distintos. Describo dos actitudes frente a la vida y al dinero, la de los Ponderado y la de los Mangancha, que se plasman en decisiones que van tomando los personajes a lo largo de toda su vida. Aparece, como tercer protagonista, la figura del planificador financiero José Honesto que, con sus acertados consejos, sus detalladas planificaciones y sus profundas reflexiones, los va guiando por el buen camino de la libertad financiera.

Mientras vivas, tu futuro llegará

Te voy a hacer una pregunta directa. En tu opinión, ¿crees que mientras sigas vivo o viva, el futuro te llegará?. La respuesta sólo admite un SÍ o un NO. Un NO sería absurdo por concepto.

La siguiente pregunta es, según tus previsiones, ¿crees que puede darse en algún punto de tu futuro una situación económica diferente a la actual?. ¿Quizás, una situación de mayor dependencia económica?. ¿Has hecho cuatro números?.

Jubilado que no invirtió

El otro día, en una reunión de trabajo con mi equipo, planteé la posibilidad de organizar un evento donde participasen personas de dos grupos de edades diferentes. Un primer grupo con personas en situación laboral activa, con ingresos activos, relacionados con su trabajo, vaya. El otro grupo estaría formado por personas en situación de dependencia, es decir, cuyo nivel de vida dependiera de su pensión y de sus ahorros. Estoy pensando en personas de 70 años o más.

Entonces se realizaría una pregunta a los del segundo grupo. Una pregunta del tipo, ¿ustedes recomendarían a las personas del primer grupo empezar a crear una hucha para cuando lleguen a su situación?. ¿Creen que les podrá ser útil, necesaria o vital?.

 Me gustaría ver como se desarrolla ese debate y las conclusiones a las que se llegaría.

 La cuestión es que en el transcurso del año, los planificadores financieros visitamos a muchas personas a las que les parece que esto no va con ellos. Intentan imaginar su futuro y en su mente no aparece nada que vaya más allá de las vacaciones del próximo verano. Gente que no cree que tenga futuro. Ya escribí en otro post “Ahorra como un Hombre” , https://www.xmalvehy.com/?s=ahorra+como+un+hombre ,  que esta dificultad para vislumbrar el largo plazo se debe a un factor biológico. El animal que llevamos dentro nos lo impide. Allí analicé y justifiqué ampliamente el origen de este problema y como solucionarlo.

Vuelvo a insistir hoy de la necesidad de planificar nuestro futuro, planear posibles situaciones y trazar un plan para mitigarlas. Cuando seamos mayores nos lo agradeceremos infinitamente. Por lo tanto, te pido que pienses en el “Tu” futuro o si tienes vocación de asceta y crees realmente que ya te sentirás cómodo viviendo debajo de un puente, sé por lo menos solidario con los tuyos, no les dejes esa carga, o sé socialmente responsable. Porque si todos pensamos en vivir de los demás en nuestro futuro ya os digo que va a ser duro. ¿Qué Sociedad nos va a quedar?. Llena de indigentes. Pensad que miseria de país vais a dejar.

Por lo tanto, si te quedan todavía algunos años para llegar a tu siguiente etapa del ciclo financiero vital, actúa y procúrate un futuro mejor. Empieza a crear tu hucha y aprovecha el interés compuesto para multiplicar tus ahorros. Invirtiendo a largo plazo. Porque esta hucha no se hace apartando el dinero en una cuenta corriente. No me seas Neanderthal financiero, ¡Que no ves la inflación se lo va a comer!. No aceptes ningún producto que no busque al menos un 5% de rentabilidad a largo plazo.

Mira, 100.000€ en la cuenta durante 25 años al 3% de inflación, se convierten en 46.700€ útiles para adquirir bienes y servicios. Pero a la inversa un ahorro de 100.000€ invertido con un 5% de rentabilidad real, descontada la inflación, se convertirán en 338.700€.  ¿Ves la diferencia?. Si fuese cierto, ¿te interesaría?.

Pues es bien cierto. De hecho, en otros países esto lo conoce todo el mundo y se hace. Te invito a visitar la página web del fondo público de pensiones de Noruega https://www.nbim.no/ y saca tus propias conclusiones. Pero como seguramente tu no eres noruego tendrás que hacer lo mismo pero con otras herramientas iguales o mejores que existen y son muchas.

Invertir a largo plazo para asegurarse un futuro mejor es de lo más normal del mundo. ¡Hazlo!

ESPECIAL COVID 19: LA SUPERVIVENCIA EMPRESARIAL

LLevo años predicando en foros de empresarios lo mismo. La necesidad vital de construir la independencia financiera de la empresa. Por muchas razones, pero la principal es la supervivencia a largo plazo, a base de superar los períodos difíciles. Pues estos días estamos viviendo una de esta ocasiones. La pandemia del COVID 19 puede dejar a muchas empresas sin liquidez y hasta ir a la quiebra. Esto intentan evitar los planes de las Administraciones, pero quizás no sean suficientes. Ahora es cuando se pone en valor haberme hecho caso.

La falta de cultura financiera en ámbito familiar se traslada también a la gestión de las pequeñas y medianas empresas. El pequeño y mediano empresario no se ocupa más allá de la gestoría fiscal trimestre a trimestre y porqué se ve obligado por las administraciones. La Planificación Financiera profesional aplicada a hogares y empresas genera un enorme impacto, aumentando el bienestar de las personas y fortaleciendo el tejido empresarial.

Particularmente, desde mi posición en la Junta Directiva de la Asociación Catalana de Ejecutivos, Directivos y Empresarios, intento divulgar y ofrecer soluciones aplicables en el ámbito de la empresa, algunas de las cuales te explico en este capítulo.

Esta situación se traslada a la pequeña y mediana  empresa. Sobre todo a  la pequeña empresa familiar, ya que se gestiona con los mismos malos hábitos que en el ámbito particular. La visión de ultra corto plazo se instaura absolutamente. Básicamente la razón proviene de las obligaciones fiscales que cada trimestre llevan a la empresa a confesarse ante la Administración. La contabilidad al día y las declaraciones trimestrales son las grandes preocupaciones del empresario o del gerente en este ámbito. Eso y que haya suficiente «caja» para atender los pagos a finales de cada mes. Así no vamos a ninguna parte.

En los últimos años también se ha instaurado como una máxima que ha acabado de confundir a los gestores y empresarios. Estamos en la era de la velocidad, todo cambia muy rápido y en el futuro aún más. No tiene sentido hacer planes a más de tres años o ¡incluso a más de un año vista!, ¡La empresa que no se adapte a los cambios desaparecerá!.

Estoy de acuerdo con esta última frase, pero se refiere más a los cambios tecnológicos o del mercado. No a que la empresa no tenga que tener una visión de lo que quiere ser a largo plazo. Esto sí que hace desaparecer las empresas. Yo siempre digo que un empresario es el que aspira a que su empresa le sobreviva. De lo contrario lo que tiene es su pequeño negocio,  su «autoempleo», de hecho.

Esta visión de corto plazo, de funcionar siempre al límite de la liquidez, hace que las pymes estén siempre a un paso de la insolvencia. Cualquier obstáculo, ya sea interno, sectorial o una crisis global acaba poniendo en peligro la supervivencia de la empresa. Pero también del empresario, que como no ha separado sus finanzas de las de la empresa, no se ha preocupado de crear una empresa financieramente independiente, debe terminar vertiendo su propio patrimonio para salvar la empresa y si la cosa se alarga, acaba arruinado y arrastrando a toda la familia a la miseria. Miles de pseudo empresarios lo están todavía viviendo y sufriendo.

Alcanzar la independencia financiera de la empresa es un objetivo suficientemente importante como para dedicar un esfuerzo para pensar y trazar un plan. La separación de las finanzas familiares de las de la empresa permite no poner en peligro la primera si la segunda va mal.

En una crisis particular, sectorial o global, hay múltiples factores que conducen a las pymes a la insolvencia como paso previo al concurso de acreedores y del cierre. Sin embargo, la causa más frecuente que afecta a todas, ya sean medianas o pequeñas, es la falta de flujo de efectivo o de caja. El flujo de caja es el alma de un negocio y de la economía. La falta de un buen caudal de liquidez provoca graves problemas en la actividad económica y comercial.

La falta de liquidez o de tesorería puede ser causada por muchos factores: estructuras fijas demasiado dimensionadas, caídas persistentes de pedidos o morosidad en los pagos por parte de sus clientes. En tiempos de crisis, cuanto más tiempo se demora la recuperación del nuevo ciclo, más se debilita la solvencia de las pymes. La falta crónica de solvencia empresarial es uno de los principales desventajas competitivas al que se enfrentan las empresas pequeñas y su talón de Aquiles.

pastel

 Por otro lado los factores de riesgo más determinantes para el cierre de una empresa son, el alto endeudamiento y  el tamaño. A mayor carga financiera, mayor probabilidad de desaparición ante una crisis. A su vez las empresas de tamaño “micro” son las primeras que desaparecerán.

Causa cierre de empresas

 Una vez centrado el problema, veamos cuáles podrían ser las soluciones. Puedo clasificar estas soluciones en dos grupos. Por un lado las soluciones externas que dependen de terceros, la Administración (rebajas fiscales, ayudas, etc) o nuevas fuentes de financiación privada más allá de las instituciones financieras. En el segundo grupo tenemos soluciones internas que dependen de las políticas de gestión que puedan aplicar pymes y emprendedores en general.

Como ya hemos visto, la falta de un buen flujo de caja provoca graves problemas en la actividad económica y comercial. Sin embargo, rara vez ocupa el centro del escenario y normalmente no es un tema de debate en foros especializados. Esto puede ser debido a la falta de comprensión por parte de muchos responsables de política económica y de los expertos, más acostumbrados a los debates de política macroeconómica, que de problemas de tipo cultural y su efecto sobre las empresas individuales..

Me centraré en las soluciones internas. Desde el punto de vista financiero, el empresario, ahora más que nunca, debe buscar estrategias que le proporcionen una mayor independencia financiera. ¿Cómo?. Pues afinando mucho más la planificación de sus necesidades financieras a medio y largo plazo.

Lo primero de todo sería disponer de flujos netos de caja positivos, de lo contrario no hay nada que hacer. Una vez oí decir en boca de un empresario de quinta generación que la principal fuente de financiación de la empresa deben ser sus clientes. También es importantísimo tener bien controlados los márgenes financieros de las ventas, por producto o por servicio vendido. Sin margen no hay vida.

La estructura financiera de la empresa se debe analizar. Conocer cómo se configura el pasivo, tanto a corto como a largo plazo. Cuantificar la solvencia puede hacerse comparando el activo circulante y el pasivo circulante. El total de las partidas de clientes más la tesorería debe superar a las deudas a corto plazo en 1,5 veces para ir bien, en términos generales.

¿Es el Fondo de Maniobra (Activo Circulante-Pasivo Circulante) suficiente ?

¿Tengo además un paraguas financiero para contingencias extraordinarias?.

Si no es así, es urgente trazar un plan que nos lleve a aumentar la solidez de nuestro negocio, creando un fondo de maniobra suficiente para impedir la iliquidez por falta de flujo de efectivo en el futuro y sin depender de la financiación ajena y su consecuente coste.

Es vital para la supervivencia de la empresa plantearse como objetivo estratégico alcanzar la independencia financiera en un plazo de tiempo determinado y trazar el plan de capitalización pertinente.

 balance

 A menudo el pequeño empresario no separa las finanzas de la empresa de las familiares. Utiliza la empresa para «pasar» gastos particulares y al revés, la capitaliza con dinero propio cuando las cosas van flojas. Esto es peligroso desde el punto de vista fiscal, pero también lo es desde el punto de vista financiero.

 Esta no debería ser la visión de un empresario, al menos cuando todavía no está suficientemente capitalizada, ya que prioriza la satisfacción personal a corto plazo en una fase demasiado prematura. Se dan muchos casos en que estos frutos generados durante un periodo de bonanza han ido a parar a gastos suntuosos, totalmente innecesarias, de la familia, dejando a la empresa familiar, la gallina de los huevos de oro, en una situación de solvencia raquítica. Al menor contratiempo, el empresario debe endeudarse personalmente para salvar la empresa y si la situación se agrava o se alarga acaba en concurso de acreedores y ruina familiar.

Es vital separar las finanzas de la empresa de las del empresario y su familia. También lo es no malgastar el dinero generado por el negocio en bienes de consumo familiar suntuosos antes la empresa no haya alcanzado una patrimonialización suficiente.

     No me canso de repetirlo, un empresario debe aspirar a que su empresa el sobreviva a sí mismo. Por lo tanto debe estar mentalizado para superar muchos malos momentos y crisis, saliendo fortalecida si puede ser. La manera de lograrlo es que no haya demasiadas sorpresas por el camino. Debe prever problemas que puedan generar necesidades financieras extraordinarias y planificar acciones. Esto implica renunciar a satisfacciones inmediatas y es necesaria una visión de largo plazo donde el empresario visualice cómo quiere que sea su empresa en un futuro lejano, incluso en la generación posterior.

Por lo tanto volvemos a la planificación, ya no para alcanzar la libertad financiera sino para resolver obstáculos que podrían ser fatales. Se comienza por hacer una lista de contingencias, cuantificándolas económicamente y trazando un plan para ahorrar el capital suficiente para minimizarlas lo máximo posible. Una lista podría ser:

  • Aguantar una bajada de ventas del 30% durante 12 meses seguidos
  • Soportar una morosidad del 20% en un año.
  • Reestructurar un 30% de la plantilla con despidos.
  • La pérdida de un gran cliente.
  • La pérdida de un Socio inversor.
  • Hacer frente a una multa de la Administración.
  • Etc.

 Yo a los empresarios les hago calcular su “Matriz de Supervivencia”. Esta matriz nos dice cuantos meses puede aguantar una empresa ante una bajada de las ventas gradual. O también sirve para determinar el tamaño del Fondo de Maniobra necesario en función de un escenario estresado de los ingresos.

Por ejemplo, una pyme que factura 3.250.000€, tiene unos costes de funcionamiento de 3.050.000€ y dispone de un colchón financiero de 350.000€.

Matriz 1

Su Matriz de Supervivencia podría ser la siguiente:

Matriz 2

Matriz 3

Como conclusión, las empresas solventes que han sabido generar recursos propios son las que, a medio plazo, acaban logrando dimensiones superiores, una mayor estabilidad y una elevada competitividad que las conduce consecuentemente a poder plantearse planes de expansión y así entrar en el círculo virtuoso del crecimiento. Incluso se les acaban abriendo las puertas a la financiación externa pero, no para sobrevivir, sino para crecer sin avales del propio empresario. ¿Es lo contrario de lo que sucede a la mayoría?. Conseguir financiación para tu casa nueva con aval de tu propia empresa. Pues yo lo he conseguido para alguno de mis clientes empresarios.

Las empresas que salgan de esta será porque tenían ese colchón financiero o porque el empresario lo tenía. En este último caso, si sales de esta, hazme caso. Considera muy seriamente empezar a ser empresario de verdad. Planifica la Independencia Financiera de tu negocio.

La independencia financiera de la empresa debe ser un objetivo estratégico prioritario de cualquier emprendedor o empresario y es clave para asegurar el estado del bienestar de las familias fortaleciendo así nuestro tejido empresarial, demasiado atomizado y débil.

Indicadores de Salud Financiera (V). El Indicador de Independencia Financiera

Es el indicador más importante por su relevancia en la salud financiera familiar. Nos cuantifica los años de independencia financiera que hemos alcanzado en un momento dado. Es decir, los años que nuestro patrimonio total neto nos permitirían vivir con el actual tren de vida. Cualquier persona debería intentar alcanzar una libertad financiera de 20 años en el año de su jubilación.

La fórmula de cálculo es:

Libertad financiera

Para su cálculo se pueden hacer algunos matices. Por ejemplo, podemos incluir o no en el Patrimonio Neto, el valor de la vivienda habitual. Yo no lo haría porque en algún sitio se debe vivir,  aunque siempre podríamos generar unas rentas mediante la contratación de una hipoteca inversa en la última fase de nuestra jubilación.

Las rentas pasivas pueden ser tanto la pensión pública de jubilación,  como otras rentas de activos financieros o inmobiliarios (pensión privada, dividendos, alquileres). Se consideran en la fórmula como un menor gasto. En España se da una circunstancia que ayuda algo mitigar la cantidad necesaria para alcanzar la libertad financiera y  es que la gran mayoría  tiene la vivienda en régimen de propiedad . Entonces cuando se alcanza la jubilación, se tiene que hacer frente a un menor gasto fijo obligatorio respecto a los que han vivido de alquiler y seguirá viviendo de alquiler durante la jubilación.

Cualquier persona trabajadora puede alcanzar la independencia financiera fácilmente si empieza desde el inicio de su etapa activa a implementar los preceptos de la planificación financiera familiar. Por desgracia nuestro país es de los más atrasados de Europa en este aspecto. La gran mayoría vivirá una jubilación con un nivel de vida muy inferior a la que habrá disfrutado en su etapa activa, por modesta que haya sido.

Patrimonio - renta disponible

La realidad es que la riqueza neta financiera (patrimonio neto) media en España alcanza un 187% de la renta bruta disponible, lo que significa apenas 3 años de libertad financiera sin incluir la pensión pública.

Indicadores de salud financiera (IV): El indicador de emergencia

El indicador de Emergencia nos viene a decir cuantos meses de gastos fijos y obligatorios podemos aguantar sin ingresos activos. Se mide en meses. Nos indica por tanto aquel colchón de seguridad que toda familia debería tener apartado para casos de emergencia. Este dinero no debe estar en la misma cuenta corriente que se utiliza para los gastos familiares.

La cuantificación de un indicador mínimo es más difícil de definir ya que dependerá de la estabilidad de los ingresos de cada familia. Así, una familia con dos aportadores funcionarios podría tener un indicador más bajo que otra donde sólo haya un aportador y este sea autónomo con ingresos mensuales fluctuantes y poco predecibles.

En el primer caso, más que un cálculo,  suele ser más fácil pensar en el colchón de emergencia que se debe tener apartado para solventar un gasto imprevisto. Por ejemplo, la reparación del automóvil, la compra de otro lavavajillas, etc.

En el segundo caso podría ser perfectamente necesario disponer de un capital mínimo de 6 meses de gastos familiares fijos obligatorios.

La fórmula sería:

Formula I emergencia

El primer objetivo de cualquier familia debe ser alcanzar cuanto antes el Fondo de Emergencia que les dé seguridad. Esta cantidad de dinero debe estar fuera de la cuenta corriente, colocado en una cuenta remunerada, un depósito a plazo o bien en un fondo monetario. Es la parte del patrimonio financiero familiar con visión a corto plazo, pues en cualquier momento puede ser necesario recurrir a ella total o parcialmente. No se debe pues invertir en productos financieros sometidos a la volatilidad del mercado. Tampoco esperemos obtener rentabilidades reales positivas, es decir por encima de la inflación y los impuestos. Por este motivo, el capital del fondo de emergencia tampoco debería ser la parte mayoritaria del ahorro familiar.

Tristemente, en España, las familias colocan la mayor parte de sus ahorros en activos sólo adecuados para este colchón de emergencia, en activos con visión de corto plazo, cuentas corrientes y depósitos con rentabilidad real negativa. Esta circunstancia representa una pérdida de su capacidad adquisitiva futura enorme. Una auténtica lacra social debida al miedo irracional a perder dinero consecuencia de la escasa cultura financiera que pretende mitigar un servidor.

Indicador emergencia

Indicadores de Salud Financiera (III). El Indicador de endeudamiento.

El indicador de Endeudamiento nos dice la capacidad que tiene la familia para ir devolviendo la deuda gracias a sus ingresos. Es decir, te dice si cada mes podrás pagar las cuotas de los préstamos.

En España, debido a la costumbre de adquirir la vivienda en propiedad, la mayor parte de la deuda de los hogares son en 2.019 préstamos hipotecarios.

Distribución deuda hogares

Se calcula dividiendo la suma de todas las cuotas mensuales de los préstamos entre los ingresos netos mensuales. Este indicador no debe superar el 35%.

La fórmula es la siguiente:

Formula endeudamiento

Este 35% es el límite que las entidades financieras fijan a la hora de conceder financiación.

Cuando uno se dirige a una de estas entidades a solicitar un préstamo y ya se tienen otras deudas, hay que saber que las tendrán en cuenta. Por ejemplo:

Quiero solicitar una hipoteca que me va a suponer una cuota mensual de 950€/mes, los ingresos familiares son de 3.500€/mes y estoy ya asumiendo una cuota préstamo coche de 450€/mes. En indicador de endeudamiento familiar sería:

ejemplo endeudamiento 1

Como supero el 35% no me concederían la hipoteca.

Otra forma de usar el indicador es calcular la cuota máxima que podré asumir.

ejemplo endeudamiento 2

En nuestro ejemplo:

ejemplo endeudamiento 3

Las entidades financieras tienen en cuenta mucho más este indicador que el de Solvencia ya que prefieren clientes que demuestren una buena capacidad de pago recurrente sin que tengan que vender sus activos.

En cuanto a la distribución de la deuda de los hogares en España y según datos de Banco de España en el 1er trimestre del 2.019 la gran mayoría se centra en hipotecas, es decir, en deuda a largo plazo.

 

Indicadores de Salud Financiera (II). El Indicador de Solvencia

El indicador de solvencia financiera mide la capacidad que tiene la familia para hacer frente al pago de todas sus deudas si se vendieran todas sus propiedades. Evidentemente en caso de ser inferior a 1, la familia seria declarada insolvente. Sin embargo se considera que el nivel mínimo para este indicador debe ser de 1,5.

El indicador de solvencia representa la relación entre el valor de la totalidad de las propiedades familiares, Activo Total, y la totalidad del importe adeudado a sus acreedores (hipotecas, otros préstamos y créditos), el Pasivo Total.

Se calcula con la siguiente fórmula:

Activo Total
------------- ≥ 1,5
Pasivo Total
Históricamente se ha utilizado este ratio para analizar la situación financiera de las empresas como indicador de alarma ante una posible quiebra, suspensión de pagos y concurso de acreedores.

Pero las familias también pueden

entrar en quiebra, siempre ha pasado. No ha sido hasta la gran crisis financiera de 2008-2014 que en España se ha considerado una ley específica para las insolvencias de particulares. La ley 25/2015, de 28 de julio o Ley de Segunda Oportunidad. Por lo tanto el problema existe y le puede afectar a cualquiera si no cuida sus finanzas adecuadamente.

Solvencia 2

 

¿Cómo puede evitarse la insolvencia?

Pues la única manera es teniendo especial consciencia a la hora de endeudarse. No querer abarcar más de lo que sea razonable. Teniendo claro que la deuda es un riesgo y que la deuda nos resta libertad. Ser esclavos de la deuda es una de las peores situaciones en las que uno se puede encontrar y por tanto se debe evitar a toda costa. Como principio general, la deuda nunca debería ser superior al 0,65% del valor conjunto de tus propiedades.

Hay pocos casos en los que se pueda justificar el endeudamiento hasta estos límites, como por ejemplo el destinado a la compra de tu primera vivienda. En este caso lo normal es no disponer aún de un colchón financiero elevado.  Sólo con un análisis previo de nuestra capacidad de endeudamiento, (indicador de endeudamiento del que hablo más adelante),  se puede justificar llegar a esos límites de deuda. Así mismo recomiendo, en cuanto sea posible, trazar un plan para amortizar esa deuda de la manera más inteligente posible.

Otro aspecto fundamental que podría evitar muchos problemas de insolvencia familiar es contar con un seguro de vida que cubriera el pago de la deuda en caso de muerte o incapacidad para generar ingresos futuros (invalidez, enfermedad grave, etc). Incluso, sin deudas, cualquier cabeza de familia con responsabilidades debería disponer de un seguro de vida que garantizara el capital equivalente de un mínimo de 5 años de gastos familiares.

Indicadores de Salud Financiera (I). El Indicador de Ahorro

Cuando un asesor financiero profesional inicia una relación con el cliente debería en primer lugar recopilar una serie de informaciones para conocerlo. También, dicho sea de paso, el asesor debería presentarse al potencial cliente aportándole información sobre su experiencia, su formación, sus certificaciones, su manera de trabajar, etc.

No se puede entender una correcta planificación financiera sin conocer en profundidad la situación financiera del cliente, su distribución patrimonial, su capacidad de ahorro, su perfil de riesgo, su horizonte temporal, sus exigencias, etc.

Pero todos estos datos iniciales difícilmente servirán para nada sino se trasladan a un análisis cuantitativo que permita situar la situación actual del cliente en un marco comparativo. Este marco ayudará al asesor a encontrar situaciones no convenientes para una correcta salud financiera y proponer actuaciones para solucionarlas.

Yo utilizo 5 indicadores de salud financiera para mi primer análisis de situación.

1.       Indicador de ahorro

2.       Indicador de solvencia

3.       Indicador de endeudamiento

4.       Indicador de emergencia

5.       Indicador de libertad financiera

Me voy a centrar aquí en el primero: el Indicador de ahorro

El Indicador de ahorro mide la capacidad de ahorro de la familia. Me indica las posibilidades de generación de patrimonio futuro para la consecución de objetivos.

El Indicador de ahorro se obtiene de la siguiente manera:

(INGRESOS NETOS – GASTOS)x100/INGRESOS

Me dice que proporción de los ingresos familiares se podrían destinar al ahorro.

¿Por qué es importante este indicador?

Para contestar a esta pregunta debemos primero ser conscientes de qué es el ahorro. El ahorro es la parte de mi dinero que me guardo para gastarlo en un futuro. Cualquier persona o familia tiene motivos de sobra para guardar algo de su dinero presente.

El primero de todos es la incertidumbre que el futuro lleva implícita. Como no se lo que puede pasar en el futuro, por si acaso me guardo algo de dinero para solucionar imprevistos. Merma en mis ingresos por temas laborales o hacer frente a un gasto inesperado.

También existen razones para guardar dinero que obedecen a certezas futuras. Por ejemplo, comprar algo que ya preveo necesitaré en un momento de mi vida (estudios hijos, cambio coche o casa, móvil nuevo, la jubilación, etc.).

¿Qué puede pasar si llegado un momento tengo que cambiar el móvil y no he ahorrado lo suficiente?. Como es un elemento indispensable de nuestras vidas tendré que adquirirlo si o si. Sólo me quedará la opción de financiarlo, pagando mucho más de lo que vale, dado que los préstamos al consumo suelen tener intereses elevadísimos de doble dígito.

Si financio mis compras sistemáticamente, me empobrezco sistemáticamente. Si lo extrapolamos a un gran número de personas nos encontramos con una Sociedad más pobre, un país peor. ¿O no?. Yendo más allá, hay que tener en cuenta que la jubilación no se puede financiar.

El ahorro es por tanto una actitud frente a la vida. La ecuación no es AHORRO = INGRESOS-GASTOS sino GASTOS = INGRESOS – AHORRO. El ahorro debe ser una constante porque todo el mundo tiene motivos para gastos futuros.

Como dijo el historiador y escritor Cesare Cantú: «Gasta siempre una moneda menos de lo que ganes» 

Salvando la franja de población próxima al umbral de pobreza, muchas familias pueden adaptar sus gastos. Sólo cabe preguntarnos, que pasaría si de repente su jefe le dice que le baja el sueldo un 100€ al mes. ¿Qué haría?. Seguramente adaptar sus gastos a la nueva situación. Alternativamente tendría que mendigar dinero mientras no consiga un empleo mejor pagado. 

La actitud frente al ahorro está directamente relacionada con la cultura financiera de una sociedad. Si vemos las tasas de ahorro de diferentes países europeos, lo de España es cuando menos vergonzoso.

Ahorro en Europa

Pues bien, en mi análisis, cualquier indicador de ahorro inferior al 10%, lo considero negativo. Es decir, la familia no es capaz de ahorrar. Normalmente debería situarse entre el 10% y el 30% en una economía sana. Esto como criterio general. Este indicador hay que ponerlo en contexto según el nivel patrimonial familiar o en que parte del ciclo vital nos encontramos. Una persona de 80 años tendrá menos objetivos de ahorro que una de 40 con hijos, hipoteca, etc.