El Plan Financiero Familiar

Recientemente se ha publicado un estudio desarrollado por Finanbest, en colaboración con Analistas Financieros Internacionales (AFI), y donde han analizado la evolución del ahorro de los españoles y cómo influye la cultura financiera en sus decisiones de inversión.

Como conclusión se desprende que España es el país que peor invierte de los cinco grandes europeos (Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España). En este sentido, la investigación apunta que a pesar de que el ahorro de los españoles se está desplazando desde los depósitos a los fondos de inversión como consecuencia de los bajos tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) y la depreciación del valor de la vivienda, apenas el 8% de las familias invierte en fondos, el porcentaje más bajo de los cinco grandes países europeos y al nivel de Rumanía. Una cifra muy alejada del 42% de los Estados Unidos.

De los más de 2 billones de euros de ahorro  de las familias españolas en 2016, la cifra acumulada en depósitos y cuentas corrientes se sitúa en los 0,8 billones de euros, un 44%, siendo esta la partida mayor del patrimonio financiero.

El problema reside en que esta mayor parte del ahorro financiero de las familias, genera pérdidas reales dado que la inflación (entre el 2,5% y el 3%) supera la rentabilidad de depósitos y cuentas corrientes (el 0,08% de media). Esto no quiere decir que los depósitos bancarios deban desaparecer del sistema. Son adecuados para objetivos a corto plazo, inferiores a 1 o 2 años vista o como colchón de emergencia, pero no sirven para conservar el patrimonio familiar. Veámoslo.

Si, en términos medios, la proporción destinada a objetivos a corto plazo debería ser como máximo del 15% del patrimonio, significa que hay un 30% de los 2 billones que se devalúa sin necesidad. Esto implica una pérdida de capacidad de compra, es decir, de pérdida de riqueza familiar del orden de 20.000 millones de euros cada año. 

Pero es que si no se quiere asumir esta pérdida no hay más remedio que invertir el dinero a más largo plazo siguiendo un plan personalizado y en productos adecuados, regulados, con largo historial, que obtengan los rendimientos de la economía real, muy diversificados y que se puedan explicar.

Cuando llegamos a este punto, vemos que la cosa no se hace tampoco demasiado bien. Entonces  podríamos sumar a la devaluación,  las pérdidas de patrimonio que se producen recurrentemente por malas decisiones o malos consejos de inversión.

Aquí hay que hacer notar el especial protagonismo de la banca comercial con la distribución indiscriminada de productos inconvenientes para el ahorro familiar (preferentes, deuda subordinada, bonos convertibles, acciones propias, fondos garantizados, depósitos estructurados, swaps, cláusulas injustas , etc). Las multas y sentencias que se producen casi a diario así lo demuestran.

El estudio señala también que el 98,4% de las familias posee un activo, ya sea financiero o real. Los inmuebles siguen siendo el principal destino de los ahorros de las familias españolas: 8 de cada 10 tiene una vivienda en propiedad y casi el 40% dispone de una segunda vivienda. Vemos que durante la crisis, el activo inmobiliario a perdido un valor de casi 2 billones de euros mientras que el financiero ha aumentado. En ladrillo también se puede perder.

Patrimoni España

Después de la crisis en la que ha estado inmerso el país, el endeudamiento de los españoles supera en un 13% la media de la zona euro. Ahora bien, el 54,6% de las familias españolas no ahorra, el porcentaje más bajo de los cinco grandes países europeos.

Apenas se ha avanzado en alfabetización financiera. Los resultados son prácticamente los mismos que hace una década y sólo 1 de cada 10 españoles responde correctamente a preguntas financieras. Un 46% no es capaz de responder a las preguntas más básicas, porcentaje que llega un 86% cuando se relacionan con la inversión.

La solución a esta situación de empobrecimiento sistemático de la Sociedad no creo que pase de ninguna manera por adquirir grandes conocimientos en materia de análisis de inversiones. Soy de la opinión de que se trata de aprender cómo elaborar un Plan Financiero Familiar con la ayuda de un asesor experto en planificación y seguirlo con disciplina introduciendo cambios cuando sea estrictamente necesario.

El Plan Financiero debe comenzar por un análisis de la situación actual, haciendo un balance patrimonial (propiedades versus deudas) y un presupuesto de ingresos y gastos. Una vez obtenidos estos datos, el planificador puede analizar fácilmente si existen puntos débiles en la estructura financiera familiar. Ratio de ahorro, nivel de endeudamiento, ratio de solvencia, colchón de emergencia y libertad financiera, son los que yo analizo. Muy sencillo y práctico.

En una segunda fase, se plantean los objetivos familiares. Las necesidades financieras que aparecerán con mucha seguridad en un futuro, estudios de los hijos, cambio de coche, reforma del hogar, la jubilación, la aceptación de una herencia, etc. Se determina el importe al que se debe llegar y el plazo de tiempo que se dispone. Luego se prioriza en base a las capacidades.

También se pone en marcha un plan para evitar la devaluación del ahorro que la familia ya ha logrado hasta la fecha para protegerlo de las pédidas de las que he hablado antes.

Finalmente el planificador prepara las soluciones financieras que encajen con los objetivos planteados. Cuando los productos encajan con los objetivos, todo va bien. El dinero sirve para vivir y por lo tanto es fundamental sincronizar nuestras finanzas con nuestro plan de vida.

Los resultados son espectaculares, desde la consecución de los objetivos familiares hasta el aumento patrimonial a medio y largo plazo. Pero sobre todo la tranquilidad de saber el por qué de cada inversión.